Ya sea para fregar alguna superficie o para el aseo personal todos hemos utilizado los tradicionales estropajos en forma alargada. Sin embargo, seguramente alguna vez te habrás preguntado de dónde proviene estas cosas rasposas que nos han ayudado por años a mantener nuestra piel, limpia y exfoliada. Continúa leyendo ¡Te sorprenderás!
Este tipo de estropajos son de uso rudo y de origen orgánico a diferencia de los de plástico que se venden en todos lados en la actualidad. Aunque parecieran que su materia prima proviene del mar no es así. Realmente provienen de una planta alargada muy parecida a la calabaza llamada “calabaza de luffa”.
Luffa es un género con cinco especies de plantas con flores pertenecientes a la familia cucurbitácea. Las plantas y sobre todo sus frutos son conocidos como pastes, estropajos o esponjas vegetales.
Esta planta de hizo muy popular desde que se comenzó a utilizar para elaboración de esponjas exfoliantes, pues son de muy alta calidad y brindan muy buenos resultados dermatológicos.
Para llegar a la forma de estropajo que conocemos, primeramente, se pone a secar al sol para que el calor y la luz hagan su trabajo tostando la planta y dando como resultado al mejor de los exfoliantes de todos los tiempos
