En la actualidad el servicio de agua potable es un beneficio que tenemos todos tenemos en casa, sin embargo, hace más de 50 años no era algo con lo cual contaran todas las familias de la capital Nayarita, debido a esta necesidad es cuando nace un pintoresco lugar llamado lavaderos Acayapan.

Estos lavaderos servían para las personas que se dedicaban a obtener recursos extras para sus familias lavando ropa ajena y también para quienes no tenían acceso al agua potable ya que cerca de estos lavaderos se encuentra un ojo de agua, la cual fluye mediante tuberías directamente a los lavaderos.

Este sitio era lugar de reunión de muchas mujeres que en aquellas épocas se dedicaban a lo antes mencionado, ahí mismo se sentía la alegría de ellas en sus platicas y risas mientras hacían sus labores. Por utilizar los lavaderos en aquellos tiempos se cobraban 10 centavos y este lugar se llenaba, las mujeres se sentaban en una banca a desayunar. Cuando llegaba el día de San Juan las mujeres bailaban, hacían agua fresca y tostadas para celebrar dicho día.

Los lavaderos tenían gran afluencia de personas que lavaban ajeno, pero la convivencia con las otras personas que acudían era algo que hacía su trabajo menos pesado y ameno. Lo que antes era un agradable espacio de convivencia entre  mujeres, hoy con la llegada de los servicios públicos a la mayoría de los hogares, luce en abandono y soledad.

Actualmente los lavaderos de la Acayapan aún existen y se cobran 5 pesos por utilizarlos, aunque cada vez es menos gente la que acude, en los recuerdos han quedado aquellos años donde la vida era menos pesada y donde el utilizar los recursos naturales en su estado puro era posible.

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