El uso de flores mexicanas en la cocina no es nuevo, las podemos encontrar en las recetas de la comida de fiestas, en la llamada “nueva cocina mexicana” o en sencillos preparados de todos los días.
A continuación te presentamos Flores Mexicanas que se comen:
Flor de calabaza
Quizás la más popular de las flores mexicanas que se comen, se consume principalmente rellena de queso, aunque también es utilizada en pastas, guisos, pizza, sopa y hasta deshidratada.
Flores de maguey
Las flores de maguey desgranadas parecen blancos azahares. Hay quien las recolecta con un palo que tiene un punzón en la punta y así la baja del “escapo” del maguey, —la vara que le crece al centro y parece una madera porosa y fuerte—, pero en los mercados de algunos estados como Hidalgo, México y Tlaxcala, las venden como racimos o ya sin tallos y pistilos que es como deben comerse.
Flores de palma
De las palmas crecen unas voluminosas flores blancas, agrupadas como nubes. Tienen un sabor fuerte y se emplean para rellenar chiles poblanos después de guisarlas con cebolla, sal y jitomate al gusto. Se sazonan con caldo de pollo o condimentos artificiales.
Flor de jamaica
La flor de jamaica es tradicional en el país para preparar agua de sabor, pero la florecita bermellón también se emplea en guisos como el de los camarones en vinagreta de jamaica, en Nayarit; existe una variante de VINO TINTO y BLANCO elaborado con esta flor.
Rosas
Las rosas también se emplean en la gastronomía mexicana es una de las flores mexicanas que se comen. Por ejemplo, la compota que se elabora después de secar los pétalos sobre tiras de lino a la sombra.
Por todo esto decimos que las flores mexicanas ya son parte de la gastronomía nacional… o tal vez han estado en ella desde siempre.