
Por Decreto Presidencial ha quedado prohibido el uso de transgénicos y el glifosato, será eliminado de forma progresiva.
El motivo son los daños que ocasionan a la salud humana y medioambiental el paquete tecnológico de las modificaciones genéticas y los químicos del herbicida.
Además, el uso de transgénicos pone en riesgo a las especies nativas del país; es decir, a su rica diversidad.
La finalidad es preservar la biodiversidad y la agrobiodiversidad forjada en manos campesinas desde hace milenios, dándonos la oportunidad de gozar de un medio ambiente sano y un sistema agroalimentario verde y justo.
Y más allá del decreto presidencial, no podemos dejar de apostar por el poder de lo cotidiano, aquello que está a la mano de cualquier persona: comprar maíz nativo, tortillas nixtamalizadas, sembrar milpa, apoyar al comercio local, etc. Pequeños gestos de resistencia que, en suma, tienen implicaciones hasta en los planos más intangibles.