Seguramente recuerdan su infancia como uno de los momentos más hermosos de su vida. La mayoría coincidimos en que los tiempos pasados eran distintos, más felices, divertidos y con menos peligros.
Al no estar la tecnología tan desarrollada en aquellos años, las formas de entretenerse eran muchas y los juguetes que utilizábamos estimulaban nuestra creatividad y juego en equipo.
El juego de las canicas llegó a nuestro país en la época colonial y desde ahí se convirtió en uno de los favoritos de los mexicanos. Una de las principales satisfacciones de jugar canicas no era tanto el ganar, si no la convivencia con los amigos.
Podrías durar horas y horas y no aburrirte e incluso las canicas tienen sus clasificaciones: las de vidrio de un solo color se llaman ” agüitas” y las transparentes con colores en su interior son conocidas como “tréboles”.
Para jugar se buscaba un terreno plano y hacer un hoyo para meter la canica dentro… ¿Quién no recuerda el famoso tiro de “huesito”? Maravillosos recuerdos de una vida feliz.