Sus cuadros de estambre, objetos de vestir como bolsos, collares y sombreros abalorios, han tenido una gran aceptación tanto en el mercado mexicano como en el extranjero. Sin embargo los wixárikas no tienen muchos espacios donde promocionar sus creaciones, y los intermediarios que compran su obra para revenderla, en ocasiones, ganan mucho más que los productores mismos.
Pese que la comunidad wixárica o huichol son de costumbres profundamente religiosas, la mayoría de la gente ignora que los diseños plasmados y uso de colores tienen que ver con deidades y su cosmovisión. Su religión se basa en la relación de tres elementos: el maíz, el venado y el peyote. Una gran parte de su estética está influenciada por las visiones que tienen durante sus rituales con peyote.
El arte wixárica ha ganado terreno dentro y fuera del país, presentándose en diversas exposiciones como en Estados Unidos o Francia. Además, las empresas se empiezan a interesar por este arte, claro ejemplo la compañía alemana Volkswagen, con el ya famoso Vochol.
En un mundo globalizado, nuestros hermanos artesanos huicholes se colocan día a día entre los favoritos de sofisticados coleccionistas de arte.