Mario Marín, exgobernador de Puebla se encuentra en una prisión de Cancún, Quintana Roo, acusado de tortura y de ordenar la detención ilegal de la conocida periodista Lydia Cacho, cuando el “Gober Precioso” estaba en el poder.

Cacho evidenció al empresario textil Kamel Nacif, que participaba en una red de explotación sexual infantil. Marín siguió todas la reglas para el ascenso político de fin del siglo XX y acumuló poder como pocos han conseguido en México. Su caída en desgracia ha sido agónica, prófugo de la justicia y encontrando refugio en una barriada en el puerto de Acapulco, Mario Marín está arrestado.

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