Durante muchos años ha sido una tradición que los Nayaritas visiten el templo de El Pichón cada 12 de diciembre como una forma de agradecer milagros y de ofrecer mandas.
Se acostumbra a llegar al templo de la comunidad a pie, en caravana y ese día el pueblo se viste de fiesta celebrando a la Virgen de Guadalupe.
La historia de esta celebración se remonta al año de 1917 donde los pobladores llevaban a cabo sus tradiciones religiosas en el cerrito conocido como Cristo Rey, lugar muy cercano al templo. El presbítero becario de la Cruz de Zacate regresaba aquí los días 12 de cada mes, iniciando así sin saberlo una tradición histórica.
La tradición toma tal magnitud que la capilla resultó insuficiente para recibir a los numerosos fieles que venían de diferentes partes del estado. Motivo por el cual se construyó un nuevo santuario iniciando su construcción en el año de 1940.