La historia de San Pancho se cuenta en los muros de una finca cercana a la playa, con imágenes pintadas en acrílico, protagonizadas por coloridos personajes, por el paisaje de este destino considerado como la “Capital Cultural” del estado de Nayarit gracias a los diversas iniciativas para impulsar la cultura y educación que se realizan.

Los primeros habitantes de esta zona, donde nace la Sierra Madre del Sur, fueron indígenas que pertenecían al grupo del Tatuan de Nayares. En 1524 don Francisco Cortés de Buenaventura nombra la zona como Azapan y los españoles bautizan al poblado con el nombre de San Francisco de Azapan, que sería parte de la Hacienda de Jaltemba, donde se producía coco de aceite.

En 1936 se formó el ejido Sayulita, al que pertenece San Pancho y que, de cierta manera, marcó el espíritu de comunidad que caracteriza a este destino. Y es precisamente la acción social de los pobladores, su trabajo en conjunto en proyectos educativos, de cuidado del medio ambiente y promoción del arte, que San Pancho ha tenido un crecimiento y desarrollo positivos.

La playa de San Pancho, de intensa luminosidad, recibe tanto a quienes quieren descansar y relajarse frente al mar, tomando el sol y leyendo, como a los de espíritu aventurero que desafían las olas del Pacífico montados en sus tablas de surf.

En sus calles, cuyos nombres transportan a países tan lejanos como Kenia, Pakistán, India y Egipto encontrará desde centros culturales, galerías, pequeños restaurantes, panaderías artesanales y cafeterías, hasta campos de futbol y golf.

Enriquezca culturalmente su visita a la Riviera Nayarit con una parada en San Pancho, aprecie las maravillosas artesanías huicholas, las piezas de arte de las galerías, la exclusividad de su campo de polo y la tranquilidad de un pueblo de pescadores que con su espíritu de trabajo comunitario ha sabido evolucionar sin abandonar su esencia.

La Casa del Arte abrió sus puertas en San Pancho.
Dedicado al arte desde hace años, Helmut Kohl decidió mudar la célebre galería Haus der Kunst de la ciudad de Guadalajara a una de las tranquilas calles de San Pancho.

“Conozco San Pancho desde hace 32 años. Vine cuando se inauguraron las bodegas que fueron construidas para trabajo comunitario y como cooperativas.

Hubo producción de aceite de coco, pescado, entre otras cosas. Y desde entonces me gustó San Pancho”, relata el galerista, quien ya ha realizado un par de exposiciones de artistas como Ricardo Pinto Gollas, Carlos Vargas Pons, René Almanza, y Ariel Saiz, cofundador del Colectivo de San Pancho, una comunidad de arte independiente que tiene como propósito facilitar procesos artísticos para el desarrollo cultural y comunitario del poblado.

También conocida como el puente del arte contemporáneo, la Haus der Kunst ha encontrado en San Pancho un interesante mercado de coleccionistas de arte, “nos hemos internacionalizado más que nunca”, remata Helmut, desde la tranquilidad de su nueva residencia.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here