Israel Briseño es un mexicano ingeniero civil de la Universidad Autónoma de Coahuila, quien desarrolló un material que permite crear carreteras que se pueden reparar con el simple hecho de tener contacto con el agua.
El material que se utilizó para la creación del pavimento se generó a partir de llantas de vehículos, por lo que la base de goma funciona como suelo que puede cerrar las grietas que van surgiendo sobre la superficie.
Este invento le mereció al joven Israel el primer lugar del concurso James Dyson-México, enfocado a estimular la creación de nuevos diseños. Un joven ejemplar y talentoso al cual esperamos se le brinde el apoyo necesario para que su invento se pueda ver plasmado en las calles de nuestro país.