La noche del pasado 6 de marzo de este año, Valeria Leoncino de 25 años, estaba a las afueras de su casa con sus amigas en la localidad de Concordia en Argentina, cuando Carlos Ramón Passarella, un hombre de 35 años, se le acercó y le disparó a la cabeza y luego dos veces en el pecho dejándola sin vida en el lugar.

Tras cometer el crimen, el agresor subió a su auto y cuadras más adelante se quitó la vida con la misma arma con la que había ultimado a Valeria.

El caso causó conmoción en Argentina al conocerse los pormenores de este crimen y es que Carlos estaba obsesionado con Valeria pero ella jamás lo aceptó, en todas las ocasiones rechazó sus pretensiones amorosas.

El fiscal del caso, José Arias, determinó que él “estaba obsesionado y tenía un interés hacia la chica pretendiendo formar una relación y, ante el rechazo, le quita la vida porque no admite otra posibilidad. No había un vínculo amoroso, pero sí una pretensión”.

El Fiscal agregó que: “se trata de cosificar a la mujer y no dejarla hacer su vida. Simplemente, ‘o estás conmigo o no estás con nadie’. Y a los pocos minutos este hombre también aparece muerto quitándose la vida”.