Hacer churros tiene su chiste…

En el invierno, en tiempos de lluvias o por simple antojo, recorremos distancias, hasta encontrarlos.

“Para quienes piensan que nomás es meter masa en un tubo, presionar sobre un cazo de aceite hirviendo, están equivocados, hay que saber preparar la masa, checar la temperatura y subir o bajar la paila para que no te salgan ni crudos por dentro y fritos por fuera y lo peor de todo, chamuscados”, dice nuestro entrevistado.

De origen incierto, algunos dicen que son árabes, otros, que son chinos y muchos que aseguran vienen de España cuando, los arrieros después de acarrear sus ovejas churras, les esperaba un churro. Lo cierto es que en México, la churrería más antigua es la de El Moro y, que es un agasajo visual, ver todo el proceso y la destreza de los churreros para hacer las roscas, cortarlas en trozos y llenarlas de azúcar encanelada para el disfrute de chicos y grandes.

¿Su nombre? Ahí nomás póngale que soy el churrero de Pantanal, Municipio de Xalisco con X, Nayarit, nos dejó muy claro, quien al despedirse de mano, notamos huellas del oficio por trabajar a altas temperaturas…en verdad que hacer churros como todo en la vida, “tiene su chiste”.

Un par de preguntas: ¿Los tradicionales o con relleno? ¿Cuáles son los churros más ricos que has probado?

PI/huichol digital

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