En una zona urbanizada y muy transitada de la ciudad de Tepic se encuentra una histórica edificación que llama la atención por su belleza y antigüedad, pero que a su vez, está en abandono total.
Esta fue la casa de la hacienda de las cofradías unidas de Tepic: del Santísimo Sacramento, Animas del Purgatorio y Purísima Concepción. Todas propiedades de la Iglesia Católica en el siglo 18.
Fue remodelada en el siglo 19 y ahí se concentraba el diezmo en especie de toda la región para la Diócesis y también fue temporalmente residencia de frailes, de acuerdo al historiador Pedro López Díaz.
Después de las Leyes de Reforma de Juárez, la Iglesia vendió o cedió su poder terrenal a particulares y esta zona ha cambiado de propietarios varias veces.
Un hermoso y gran árbol ha crecido de una manera sorprendente en esta antigua casa, escondida entre otros frondosos árboles y bardas de la plaza Soriana y otros comercios. Se sabe que ahora forma parte de un establecimiento recreativo de los llamados “gotcha” y sigue siendo propiedad privada.
Historia y naturaleza resisten al tiempo y a la destrucción en una extraordinaria simbiosis.