La orden del gobierno tanto federal como estatal es que todas las personas se queden dentro de sus hogares debido a que en México, los contagios del virus COVID-19 están aumentando cada día.
Pero existen aún muchas personas que por necesidad o desconocimiento siguen arriesgando su salud y la de sus semejantes como es el caso de los comerciantes que trabajan en los tianguis de la capital o de los que acuden a comprar.
Diversos medios de comunicación se dieron a la tarea de hacer recorridos por las calles de la ciudad y el resultado fueron cientos de personas en aglomeraciones donde el riego es latente.
Desgraciadamente el gobierno no ha puesto en marcha ningún programa de apoyo para las personas que forzosamente tienen que trabajar y tampoco hay sanciones para quienes solo por gusto no se están resguardando.