Una nueva palabra aparece en mi diccionario… Decepción… Jamás la había leído pero al leer a todos esos que atacan a AMLO decidí ver quién tenía la razón… No lo pretendía, pero al final de raite me vine a Tuxpan Nayarit a la visita de AMLO a este municipio.
En principio me quedé asombrado por el amor del pueblo para su presidente, desde Peñas hasta el estadio de béisbol había puños de personas esperando para abordarlo, entre ellos mis nosotros.
Pero lo que más me impresionó fue su accesibilidad, se detuvo con cada grupo, escuchó los planteamientos, incluso se bajó en una secundaria para recorrerla. Innumerables grupos lo detuvieron y escucho a cada uno, respondió a todos con oportunidad.
Y hago un paréntesis, si nuestro presidente de la República, el jefe de Estado, tiene esa sencillez en su andar, en escuchar, en atender a su pueblo ¿porque sus subalternos no? ¿Por que su súper delegado en Nayarit no? Eso también deberían aprenderle, ahí también radica la cuarta transformación.
En fin, me regreso contento, con energías recargadas, con entusiasmo ante lo que viene. Que sé que será difícil por el país que recibe, pero con la ayuda de todas y todos claro que se puede.
Retomando la palabra DECEPCIÓN: Es para a todos esos que siendo la misma raza, mismo pueblo, ven sus propios intereses y no dejan gobernar al tan llamado “Cabecita de algodón”
Pdta: de frente, de cerca, se ve enérgico, no acabado como nos los quiere pintar la derecha. Tenemos presidente pa’ rato.
Jaime Cervantes