El algodón de azúcar es una golosina muy famosa en nuestro país y es imposible hablar de una feria, sin ligarla a esta delicia ya que  el algodón de azúcar y las ferias son conceptos inseparables.
Los primeros datos de esta dulce nube rosa reconocida mundialmente como algodón de azúcar tienen su origen en Italia, allá por el siglo XV. Cocineros del país tenían la costumbre de calentar azúcar para obtener un fino caramelo líquido con el que cuidadosamente decoraban sus creaciones de repostería.

Este fue solo el inicio de un nuevo concepto y utilización del azúcar. Pero realmente, el algodón de azúcar industrial, el que todos conocemos, viene de la mano de los inventores William Morrison y John C. Wharton, quienes inventaron la primera máquina de algodón de azúcar. Esta fue presentada en la Exposición Universal de París en el año 1900.

La máquina no tenía ningún misterio, y es que realmente a día de hoy, simplemente se ha modernizado, ya que se sigue elaborando con la misma receta. Se trataba de una sencilla máquina en la que se vertía agua, azúcar y colorante, y la máquina creaba unas hebras obtenidas de la mezcla de estos ingredientes que se unían alrededor de un palo de madera dando lugar a una bola de azúcar. El invento logró tener un gran éxito, y se vendieron multitud de máquinas de algodón de azúcar en las ferias que se celebraron después de la de París.

 

No hace falta tener la máquina de William Morrison y John C. Wharton ni ir a la feria para disfrutar de esta esponjosa golosina, y es que es muy fácil preparar algodón de azúcar con lo que tenemos por casa. Para preparar algodón de azúcar necesitarás un batidor manual, unos alicates, un par de palos o cucharas de madera con palo largo, una olla ancha y azúcar, agua, jarabe de maíz, y colorante si le quieres dar un toque de color.

Debes separar las varillas con los alicates de forma que queden separadas, calentar todo los ingredientes en la olla a fuego medio, colocar los palos o cucharas sobresaliendo de una superficie como una mesa  y poner un peso sobre el extremo para que se mantengan en equilibrio. Una vez lista la mezcla, introduce el batidor en la mezcla y sácalo dejando que el exceso de azúcar se escurra y mueve las varillas alrededor de los palos de madera creando finos hilos de caramelo. Continúa hasta conseguir una nube de algodón.

 

 

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