Uno de los mayores placeres de la vida, es utilizar nuestros sentidos para admirar las bellezas naturales que nos ofrece la madre tierra, el poder acceder a ellos parece que cada día se va convirtiendo en una misión imposible.

De hace algunos años a la fecha, se han ido reduciendo de forma considerable los accesos  públicos a las playas (principalmente en el municipio de Bahía de Banderas) en su mayoría estas ya han sido privatizadas por las grandes empresas hoteleras, por lo cual el libre paso a playas está en peligro de desaparecer.

En Punta de Mita existe una hermosa playa que es el único espacio público que queda, playa de  arena blanca que posee un estero con manglar y flora y fauna endémicas, llamada la lancha, de la cual quiere apoderarse la  empresa DINE, propietaria de casi toda la franja marítima del poblado.

Con el argumento de que hubo daños graves a los ecosistemas del lugar, por quienes ingresan a la playa la PROFEPA clausuró en agosto pasado la entrada a la playa La lancha, ya han sido varias ocasiones en las que los lugareños han impedido que se cerque el acceso, sin embargo la lucha continúa a diario para impedir que sea cerrado el paso a la última playa pública de Punta de Mita.

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