La pequeña isla de Mexcaltitán, en Nayarit, es un fascinante y peculiar rincón al occidente del país que no se parece a nada que hayas visto en tus viajes por México. Flotando en la laguna del mismo nombre, Mexcaltitán cuenta con apenas cinco calles: un par de ellas, paralelas, orientadas de norte a sur, que cruzan con otro par, orientadas de oriente a occidente, y una circular que une a todas. De acuerdo con la leyenda de los mexicas, este pueblo dejó su natal Aztlán para ir en busca de su propia tierra prometida, aquella que reconocerían por el águila en el nopal, devorando a una serpiente.
De acuerdo con esta historia, construyeron un réplica de Aztlán en el Lago de Texcoco que llegaría a ser conocida como Tenochtitlan, la gran capital de su imperio. A mediados del siglo XX, algunos historiadores propusieron la hipótesis de que el mítico Aztlán era Mexcaltitán.
Esta hipótesis no está del todo confirmada ya que, actualmente, la versión de los aztecas no se considera histórica, sino mitológica. A pesar de que la mayoría de los historiadores concuerda en que los fundadores de Tenochtitlan eran pueblo nómadas, descendientes de chichimecas, el misterio de la similitud entre Mexcaltitán y el mítico Aztlán ha mantenido esta teoría vigente.
En todo caso, la experiencia de recorrer Mexcaltitán es única. Como es lógico, no hay automóviles en la isla, por lo que las calles son completamente peatonales, hechas a la escala humana, lo cual genera la sensación de estar en una miniatura.
En los meses de lluvia, estas pequeñas calles se inundan con el caudal del Río San Pedro, por lo que Mexcaltitán se convierte en una pequeña y provinciana versión de Venecia -esta es la razón por la que todos los edificios están elevados. Durante esta época, los habitantes se mueven por el pueblo a bordo de canoas que llaman “pangas”.
El pueblo entero parece haberse detenido en el tiempo, en algún momento de principios del siglo XX. Los locales viven de la pesca de camarón, el cual puedes probar en cualquiera de los tres restaurantes. En completa armonía con la naturaleza, están acostumbrados a convivir con garzas, águilas, gaviotas y otras aves que habitan la zona.
En el primer cuadro del pueblo, hay un adorable parque, con un quiosco en el centro. También está la Iglesia de San Pedro y San Pablo y el Museo del Origen, en donde podrás saber más sobre la posible relación de Mexcaltitán con los mexicas.
Para llegar desde Tepic, toma la carretera federal número 15 con dirección a Acaponeta. Después, toma la desviación a Santiago Ixcuintla, desde donde verás anuncios para agarrar la carretera al embarcadero de Mexcaltitán. Vive la experiencia de Mexcaltitán y conecta con las raíces más profundas de nuestro México