Escondido en las faldas de una montaña al sur del estado de Nayarit, se encuentra uno de los tesoros culturales más ricos de los Coras antiguos que habitaron la zona y a cuyo asentamiento dieron por nombre “Chacalá”. La historia de los Coras en el estado de Nayarit es tan rica en tradiciones y costumbres que incluso hoy en nuestros días nos resulta un tanto ajena. Se presume que Chacalá estuvo dividida en tres: la parte comercial (el puerto de Chacala), la militar (posiblemente en el cruce de Los Ayala) y por último la espiritual o el centro ceremonial y también gobernante de Altavista. Siendo este último el mejor preservado ya que los españoles jamás llegaron ahí. Fue apenas en este siglo (XX), cuando se asentaron pobladores en la meseta de una montaña al cual denominaron el poblado de “Alta Vista” en donde fueron descubiertos los tesoros de esta cultura. Hoy en día y después de mas de 2 mil años de existencia, los Coras siguen viniendo a este santuario para realizar sus rituales e igual que los coras antiguos rindieron culto a sus Dioses.
El sitio de Altavista se localiza en terrenos del ejido del mismo nombre al sur del municipio de Compostela a pocos minutos del puerto de Rincón de Guayabitos. Asentado sobre la cañada de un arroyo entre lomeríos bajos de las estribaciones de la Sierra de Vallejo, con el volcán Chacala con cuya falda oriental colinda. Los estudios pioneros de petroglifos realizados en áreas vecinas al sitio de Altavista, sitúan los primeros grabados en piedra cerca de 300 antes de nuestra era. Las fuentes históricas del siglo XVII señalan que aun en 615 continuaban la tradición de grabar las piedras. No obstante se piensa que las manifestaciones de gráfica rupestre alcanzaron su plenitud durante los siglos X al XII. Es común que los llamados petrograbados o petroglifos se asocien a las viejas tradiciones de los cazadores y recolectores, sin embargo la mayoría de los lugares que guardan este acervo están vinculados a los grupos sedentarios con una compleja cosmovisión agraria resultado de prácticas agrícolas eficientes.
Es posible que Altavista guarde en los resquicios de sus piedras grabadas una continuidad ocupacional de mas de mil quinientos años, que se advierte en la sencillez de las espirales grabadas, hasta la complejidad simbólica, que entrelaza cruces, sigmas, líneas, hombres, plantas y animales en un texto sagrado a los dioses. Uno de los problemas de la gráfica rupestre es su fechamiento, algunos estudiosos propones que las técnicas de manufactura son un posible indicador de antigüedad. En Altavista hasta este momento se han registrado cuatro técnicas el puntillado. Se ha encontrado en símbolos que se asocian a etapas tardías en especial a la tradición Aztatlán. El oficio de talladores de la piedra en el Santuario de Altavista es complejo y sofisticado, pudiera pensarse que los antiguos habitantes de esa exuberante selva se engolosinaron grabando las piedras.
Es precisamente en este lugar donde ocurrió un extraño evento en el cual al tomar una fotografía se aprecia un diminuto ser el cuál muchas personas dicen es un “duende” e incluso personas del lugar aseguran haber visto más de estos seres, ustedes tienen la última palabra, una realidad es que este sitio está lleno de mistisismo donde los nativos aún acuden a hacer rituales y otras personas que no pertenecen a la etnia también los realizan, pero de otro tipo.
Totalmente un enigma ¿No lo creen?